
Cuando un trabajador no tiene una buena conducta en su puesto de trabajo y esta causa afecta a la empresa, se puede realizar un despido procedente ya que por su comportamiento es un candidato poco adecuado.
En el caso del despido procedente, la empresa no está en la obligación de indemnizar de ninguna manera a su trabajador mientras demuestre que las faltas en su conducta son tan graves que han ocasionado su despido.
En un despido procedente al trabajador se le abonará todo el dinero que se le deba con respecto al ultimo mes trabajado y las pagas que próximamente le tocaba cobrar.
Realizamos despidos procedentes y le ayudamos en cualquier consulta que quieran realizar.